Por más doloroso que sea, el FC Barcelona debe pensar desde ya en la confección del Barça 'post Leo Messi'. Tal y como lo advirtió Joan Laporta en su rueda de prensa, la más dura y delicada que ha afrontado probablemente a lo largo de sus dos mandatos, ha empezado una nueva era. Habrá que afrontarla con motivación y pensando en crear de nuevo un equipo ganador, capaz de cosechar títulos nuevamente.

Y una de las piezas que puede ser clave y que está llamado a dar un paso al frente es Antoine Griezmann. Hasta ahora el francés había presentado problemas para encajar en el once del equipo azulgrana. En el Atlético de Madrid ocupaba todo el frente de ataque, jugaba con libertad acompañando al '9'. Desde su llegada al Barça, ese rol era para el ‘10’ de Rosario, lo que relegaba al 'Principito' a otras labores. Más escorado, más limitado y más sacrificado.

En caso de que finalmente continúe defendiendo la camiseta del Barça (lo que ahora mismo no está 100% asegurado), al '7' se le exigirá un paso al frente. De un papel más secundario a un rol totalmente protagonista. Estará encargado de la guiatura del cuadro. A Ronald Koeman le gusta y no ha escondido nunca que desea seguir contando con él, aunque con prudencia, puesto que es consciente de los gravísimos problemas económicos y que hay que seguir reduciendo la masa salarial.

Ningún escenario está descartado

Todavía en shock y casi sin ganas de nada tras ese adiós de Leo, pensar en un Barça competitivo y capaz de levantarse del golpe pasa, con los que cuentan ahora mismo (ya dejó entrever Laporta que es casi imposible que llegue nadie más), por un Griezmann importante. Siempre y cuando acepte ese reto y sea capaz de liderar la metamorfosis del equipo, lo cual será determinante.

Todos los escenarios estarán abiertos, puesto que en el club azulgrana, en el área deportiva es consciente que ese 95% de gasto en masa salarial respecto a los ingresos debe seguir reduciéndose. Y la ficha de Antoine Griezmann es, ahora mismo, la más alta del equipo.