Marc-André ter Stegen se está erigiendo como el mejor jugador del FC Barcelona en este inicio de temporada. El alemán no solo salva goles cantados, sino que ahora, además, también los crea y los regala. Contra el Getafe fue el mejor un día más y a su faceta salvadora le añadió también otra como pasador excelso.
El germano asistió a Luis Suárez en el 0-1 con un pase milimétrico a la espalda de la defensa azulona después de salir a cortar un pase del Getafe en largo. El arquero salió de su área, controló con el pecho y vio el desmarque de su compañero en segundos. El '9' no desperdició el regalo del internacional por Alemania y batió a David Soria con una gran vaselina.
Todos en el estadio alucinaron con el pase de Ter Stegen, que 20 minutos antes había hecho de las suyas para salvar al Barça del 1-0. Ángel se metió en el área con el balón controlado y con un tiro claro, pero el meta culé volvió a salir y a tapar su portería de maravilla para evitar el tanto. El disparo del canario acabó pegando en la pierna del germano, que evitó un gol que podría haber comprometido muy seriamente al Barça.
Tras el encuentro, Ter Stegen habló de su asistencia y se mostró muy feliz por cómo se había desarrollado todo. "He visto a Suárez pero tampoco muy bien, no te voy a engañar. Ha sido el momento perfecto. Ha sido una maravilla. Me faltaba una asistencia en mi carrera. Estoy feliz por el equipo", explicó a pie de campo.
El guardameta también dijo sentirse muy satisfecho por el partido defensivo de todos sus compañeros y por no haber encajado gol. "No es fácil jugar aquí. Lo importante es que como equipo hemos estado pendiente de todo. Nos han hecho muchas ocasiones últimamente, pero hoy no. Ha sido un buen día porque no nos han marcado goles. En algunos momentos hemos utilizado nuestra experiencia. Nos hemos juntado y hemos defendido bien", apuntó.
Ter Stegen venía de un error
Hay que recordar que el portero alemán llegaba al Coliseum después de cometer un error grosero contra el Villarreal. El ex del Borussia Mönchengladbach no acertó en la estirada y se comió un tiro de Cazorla desde fuera del área. Pero ese error no le ha afectado lo más mínimo y ante el Getafe ha sido más decisivo que nunca.