El reloj no frena su marcha y el mercado invernal está cada vez más cerca de finalizar. A solamente 48 horas de su cierre, el FC Barcelona aún debe resolver el futuro de uno de sus jugadores. Y es que Ousmane Dembélé lleva más de cinco meses en un 'rifirrafe' con la institución, quien ha intentado renovarle en varias ocasiones sin ningún tipo de éxito. Desde el club todavía quieren llegar a un acuerdo a la baja con el delantero, pero si ambas partes no acercan posturas, la opción inmediata sería una salida forzada.

Cuando la directiva azulgrana no recibió respuestas del entorno de jugador para saber su posición, Xavi Hernández decidió dejarle fuera de las últimas convocatorias, ya que entiende que el jugador no está por la labor de extender su vínculo con la entidad ni tampoco está implicado dentro del nuevo proyecto deportivo que quiere imponer. Su situación es complicada y, por el momento, las conversaciones continúan encalladas.

A pesar de que el francés ha expresado que quiere renovar con el Barça, ya que se siente cómodo en la Ciudad Condal, sus pretensiones económicas son inasumibles para las oficinas del Camp Nou. Esta es la principal razón por la que no ha existido acuerdo que pueda mantener el ambiente en paz. Aunque los de Joan Laporta quieran mantener los servicios del galo, la llegada de Ferran Torres y Adama Traoré significan una competencia importante, por lo que ya hay recambios directos en caso de que se concrete su despegue.

Sin embargo, Moussa Sissoko, agente del 'Mosquito', ya ha expresado que los deseos de su representado son cumplir al pie de la letra lo especificado en su contrato, por lo que quiere permanecer con los blaugranas hasta el 30 de junio, que es cuando finaliza el mismo. Los catalanes quieren ahorrarse su elevado salario si no logran llevar a cabo su renovación, por lo que las tensiones dentro de las arcas de la Ciudad Deportiva Joan Gamper están al límite.

El futuro de Ousmane

Si no logra acordar una salida para las próximas horas, la postura del nacido en Terrassa no cambiará. Dembélé seguirá sin jugar hasta que finalice su contrato, por lo que tendrá repercusiones importantes para su desempeño físico en pleno año mundialista. En ese caso, en verano quedará libre sin dejar un solo euro de beneficio al Barcelona, quien pagó 135 millones de euros por su traspaso en 2017 después de la salida de Neymar Jr. Las próximas horas son cruciales y se espera que el futuro del nacido en Vernon sea revelado, poniendo fin a esta 'novela' de invierno.