Las lesiones han sido un invitado no deseado a la temporada del FC Barcelona, pero los catalanes han sabido salir airosos de los obstáculos que estas han planteado. Con más o menos dificultades, siguen en el camino correcto en Liga, Champions y Copa del Rey, y han extremado las precauciones para no tener que lamentar más disgustos en el tramo decisivo de la campaña.

El último contratiempo en el vestuario azulgrana fueron las molestias de Ousmane Dembélé, que acabó 'tocado' el compromiso contra el Rayo Vallecano en el campeonato de la regularidad. Ernesto Valverde advirtió que pese a las citas importantes que presentaba el calendario, no tenía intención de forzar si no había garantías con el francés, aunque poco a poco ha ido ajustando sus planes.

Como el de Vernon se ejercitó sin problemas en la sesión previa al duelo contra el Olympique de Lyon, el técnico le incluyó en la lista de convocados, tras valorar con los servicios médicos y con el propio jugador que no había especial peligro si finalmente tuviera que contar con sus servicios. A pesar de todo, había dos descartes pendientes, que podían estar sujetos a sus sensaciones en el mismo día del partido.

Una vez más, al extremo se le dio luz verde, y es por eso que acabó en el banquillo y no en la grada. Para no jugársela y ponerle más presión de la necesaria, el titular en la banda izquierda fue Philippe Coutinho, para determinar en función de cómo se desarrollara el enfrentamiento si la participación del galo era necesaria o podía convertirse en una jornada entera de descanso.

Eso sí, Valverde aprendió de sustos anteriores y mantuvo cerca a Dembélé, por si fuera necesario echar mano de la aportación de uno de los mejores delanteros del Barça. Sus estadísticas y rendimiento a lo largo del curso hablan muy bien de lo que es capaz de hacer, y en una auténtica final de Champions, los culés no se pueden permitir el lujo de alejarle demasiado del terreno de juego.

El Barça cuida al máximo el estado de sus estrellas

La exigencia de esta temporada ha pasado factura al Barça, que ha optado por seguir al detalle el estado físico de todas sus estrellas. Ni Dembélé, ni Leo Messi, ni Luis Suárez, ni Arthur, ni Samuel Umtiti, solamente por mencionar algunos, se han librado de visitar la enfermería, y aunque otros les han suplido con acierto, a medida que aumenta la exigencia es más determinante la ausencia de cualquiera de ellos. El seguimiento se mantiene a todos los niveles, con el objetivo de evitar problemas en la medida de lo posible.