Fue en el pasado verano de 2015 y justo antes de las elecciones cuando la junta de Josep Maria Bartomeu llegaba a un acuerdo con el Atlético de Madrid para incorporar, a petición de Luis Enrique y siempre que el ganador de éstas lo eligiera, al centrocampista turco Arda Turan. Una cifra de 34 millones de euros más 7 en variables que hacía del internacional otomano un hombre de 41 millones de euros.

Un fichaje y precio que, justo un año después, parece haber perdido siete millones según la web especialista "Transfermarket". Son varios los equipos que han preguntado por él desde China a Alemania, pero la respuesta de Barça siempre ha sido la misma: no se vende.

El equipo azulgrana es consciente tanto de lo que Arda como Aleix renunciaron cuando decidieron fichar por el Barça. Seis meses de inactividad, de no poder jugar ni tan solo un partido amistoso con el resto de compañeros. Un tiempo en el que Luis Enrique engrasaba un equipo al que no pudieron subirse a partir de enero. Era muy difícil saltar a ese tren en marcha.

Por eso y a pesar de las dudas que puede generar Turan en la afición y en la plantilla (tiene la competencia de Rakitic, Iniesta, Rafinha, Sergi Roberto y Denis Suárez), "Lucho" apuesta por él y por darle esa segunda oportunidad que tanto merece. Por ello no se le venderá al Dortmund por 30 "kilos" para poder traer a André Gomes. Otra cosa sería, eso sí, que alguien viniera con 40 millones o más… En ese momento el jugador elegiría. Lo que está claro es que por el momento nadie lo hará ni tiene vistas de hacerlo y que, vender al centrocampista por 30 sería todo un problema, la peor solución.