Parece que en Donostia no sentó muy bien en su día la salida de su portero titular Claudio Bravo al FC Barcelona. El portero internacional con Chile, que fichó la pasada 2014-2015 por el conjunto blaugrana, se fue del conjunto vasco después de que la Real y el Barça alcanzasen un acuerdo por una cifra alrededor de doce millones de euros.Es por ello que no se entiende el recibimiento que tuvo Bravo por parte de la afición realista.

Y es que en cada balón que tocó el cancerbero, la hinchada local le pitó, insultó y creo un ambiente en su contra que hizo de Anoeta un auténtico infierno para el portero culé. Además, las cosas no le fueron mucho mejor a Claudio dado que recibió otro tanto en el inicio del partido obra del canterano Oyarzábal.

Un gol que calmó un poco el ambiente y a los aficionados del conjunto blanquiazul, que desde entonces le dieron algo de tregua al portero sudamericano. Cabe destacar que el pasado verano, el portero denunció a la Real Sociedad por la comisión que le pertenecía a su agente en el traspaso al Barça, que era de un 10 por ciento. Quizás sea por ello que la que fue su afición le recibió en esta ocasión de esta manera pues en el partido de la temporada anterior no ocurrió nada parecido.