LaLiga 2018-19 es una de las más disputadas de los últimos tiempos, pero entre márgenes estrechos y presiones tras cada partido, el que vuelve a pisar con firmeza es el FC Barcelona. La Jornada 15 cedía el privilegio de jugar horas antes a dos de sus adversarios, pero los catalanes no fallaron y aumentaron su ventaja al frente de la clasificación. Una semana más, un partido menos, y más cerca del título.

Tras el compromiso entre Leganés y Getafe del viernes, el sábado lo estrenó el Atlético de Madrid, que superó con claridad al Deportivo Alavés para igualar a los culés con 28 puntos. Nikola Kalinic, Antoine Griezmann y Rodrigo Hernández trasladaron la superioridad rojiblanca del terreno de juego al marcador, dejando a los blanquiazules a merced de un domingo que puede 'robarles' la cuarta plaza.

Con 28 se puso también el Sevilla tras una decepción en Mestalla, porque el Valencia le quitó sobre la bocina lo que pudo haber sido el liderato temporal. El encuentro estaba igualado hasta que lo decantó Pablo Sarabia, pero en un duelo en el que pudo pasar de todo lo que ocurrió fue que Mouctar Diakhaby empató en el minuto 92. Pese a todo, había triple empate en cabeza, uno que se encargaron de romper los culés con una exhibición en el RCDE Stadium.

El Barça demostró en Cornellà que quiere y puede ganar esta Liga, sobre todo si Leo Messi está 'enchufado'. El Espanyol apenas fue un juguete en las manos -y las botas- del argentino, que lideró con dos golazos de falta una fiesta a la que se apuntaron Ousmane Dembélé y Luis Suárez. Demasiado poco de los locales para todo lo que hicieron los visitantes, que se llevan una alegría del fin de semana.

Los azulgrana son líderes con dos puntos más de renta, con una distancia que se eleva ya hasta los tres. No es cuestión de confiarse porque el campeonato ha demostrado que puede ponerse patas arriba en apenas un soplo, pero es importante ir aumentando márgenes y estos, de momento, sonríen a los culés.

El Real Madrid quiere seguir escalando en LaLiga

El que también puede pescar en río revuelto es el Real Madrid, que tiene a tiro la zona Champions si no pierde este domingo en su visita al Huesca. Los blancos pueden apartar al Deportivo Alavés con apenas un empate, pero intentarán ganar para agarrarse con fuerza a la lucha por el título liguero. Nunca se les puede dar por vencidos, y menos en una competición, que ya dado algunas sorpresas.