El gafe de Anoeta sobrevoló las cabezas de la afición azulgrana y de los futbolistas del Barça cuando Oyarzabal adelantaba a la Real Sociedad con un sensacional testarazo que se colaba en la portería defendida por Claudio Bravo. Un gol que dejaba las cosas muy complicadas para el equipo de Luis Enrique y que significaba el quinto partido consecutivo en el que los blaugranas reciben gol.

Un dato que no es nada esperanzador dado el momento en el que nos encontramos de la temporada, donde se decide todo y por un gol tonto el sueño de un "triplete" consecutivo e histórico se podría desvanecer. El gol del canterano "txuri-urdin" trajo malos recuerdos al equipo y le dejó noqueado durante los siguientes casi diez minutos de partido.

Y es que el de la Real ha sido el último encuentro donde han recibido gol o bien Claudio Bravo en Liga BBVA o Marc-André ter Stegen en Champions League. Antes de ese gol, Fernando Torres marcó para el Atlético en la ida de los cuartos de Liga de Campeones. Misma competición donde Mohamed el-Neny marcaba para el Arsenal en el 3-1 azulgrana. Bakambu y Mathieu en propia puerta marcaron en el empate a dos ante el Villarreal, y Karim Benzema y Cristiano Ronaldo hicieron lo propio en la victoria de los blancos en el Camp Nou.

La sangría defensiva del equipo es evidente y debe cerrarse en los próximos equipos para seguir adelante en las dos competiciones que están en disputa en este mes de abril. Ese sustento desde retaguardia ayudará de buena manera al equipo, que necesita que sea el pilar donde se sustentaban las victorias hasta hace bien poco.