La horrible noche del FC Barcelona en Balaídos no empezó, como era de esperar, de las mejor de las maneras para el conjunto de Luis Enrique. Pues con cero a cero en el marcador, y a penas comenzado el encuentro, el colegiado vasco Bikandi Garrido le perdonó al lateral celtiña Hugo Mallo una amonestación. Minutos después, el árbitro volvió a señalar otra infracción del gallego sobre "Ney", también merecedora de tarjeta que no sacó.

La primera jugada tuvo lugar en el minuto uno de partido. Con el Barça dominando y dejando a Neymar sólo en la frontal del área, la única manera para pararlo fue agarrándolo claramente. Algo por lo que cualquier colegiado le habría sacado una amonestación pero que Garrido no lo consideró así.

La falta chutada por el once culé se fue fuera y los blaugranas no se beneficiaron de la jugada en nada. Posteriormente, en el minuto diecisiete, otra vez el fino atacante brasileño volvía a sortear a varios defensores hasta llegar a la presencia de Hugo Mallo. El lateral se lanzó sobre él para evitar que avanzara. Una acción que volvía a mostrar la indulgencia del árbitro en este choque.

Y es que todo esto tuvo lugar antes del primer gol del Celta. Todo podría haber cambiado si el árbitro le hubiese mostrado la primera amonestación, pues o Mallo no habría tumbado a Neymar Júnior que se colaba peligrosamente dentro del área, o lo habría hecho y se habría ido a la calle. Pero claro, arbitrar desde fuera es más fácil que sobre el terreno de juego.