Fea, muy fea la actuación del centrocampista ofensivo del Real Betis Dani Ceballos ante el FC Barcelona este sábado en un Benito Villamarín que le jaleaba cada patada y agresión que realizó durante todo el partido, hasta que fue cambiado por Merino. El diez verdiblanco parecía más centrado en hacerles mal a Gerard Piqué y a Dani Alves que en lo que pudiera pasar sobre el terreno de juego.

Y es que primero lo intentó con el central azulgrana, al que agredió en el primer tiempo clavándole los tacos en el tobillo derecho tras un despeje del zaguero. Al jugador andaluz, que ya había tenido sus más y sus menos con el equipo azulgrana a raíz de la pitada al himno en la pasada final de la Copa del Rey, dejando claro que por él habría puesto una bomba ese día en el Camp Nou, se le vio más centrado en esas jugadas subterráneas que en otra cosa.

Ya en el segundo tiempo, y cuando el Barça ya ganaba cero a uno, el mediapunta volvía a la carga a por Piqué haciéndole una falta clamorosa que acabó con el zaguero por los suelos rodando fuera del terreno de juego. Una acción que tampoco le valió la cartulina amarilla, cosa que tampoco recibió tras otra tarrascada sobre el lateral Dani Alves, que se desesperaba en el suelo ante la actitud pasiva de Mateu Lahoz.

El colegiado valenciano no pudo no enseñarle la amonestación en la siguiente jugada cuando volvía a tumbar a Alves, ya casi más por reiteración que por la falta en sí. Ese rosal de juego agresivo se acabó finalmente con su cambio por parte del entrenador Merino.