Más allá del honor y un invicto que todavía está pendiente de sentencia, no había nada en juego en el Clásico del Camp Nou, pero FC Barcelona y Real Madrid se lo tomaron como si los puntos fueran tan valiosos como siempre. Tras la batalla que se vivió en el césped y la guerra de declaraciones posterior, los catalanes podrían acabar pagando las consecuencias del enfrentamiento.
Según ha avanzado 'Ràdio Barcelona', el Director de Partido de LaLiga habría recogido en su informe los insultos que la grada dedicó al conjunto blanco, y su estudio podría derivar en una sanción para la entidad culé. El diario 'AS' se ha hecho eco de la información, indicando también que el origen de los improperios fue la Grada d'Animació del coliseo azulgrana.
Tal y como han recogido varios medios, el habitual "puta Real Madrid" fue el cántico estrella de la jornada, pero también hubo otras dedicatorias para olvidar. Además de una multa casi asegurada por estos actos, también se abrirá una investigación por una pancarta reclamando la libertad para Sandro Rosell.
La afición del Camp Nou, bajo la lupa
El comportamiento de los seguidores, más o menos acertado según la ocasión, ya le ha generado algún problema al Barça en los últimos tiempos, en los que su afición ha sido observada con lupa. No sólo actitudes reprobables como la del Clásico han entrado en escena, sino que se han recogido, valorado y sancionado manifestaciones de todo tipo.
Otro problema célebre en el Camp Nou fue el que tuvo la UEFA con las 'esteladas', con varias sanciones económicas por su presencia en los partidos de Champions. Tras varias advertencias y castigos, los catalanes debieron acudir al TAS para que su amenaza surtiera efecto, dando lugar a un pacto que parece haber zanjado el asunto, obteniendo el permiso para ondearlas sin consecuencia alguna.
El caso, igualmente, vuelve a poner sobre la mesa una tema muy caliente, y es que el club debe poner de su parte para controlar a los fans, pero estos también tienen la responsabilidad de actuar con coherencia y respeto. Serán las arcas culés las que paguen por los insultos, pero en este caso habrían sido fácilmente evitables.