Hace unos días, LaLiga anunciaba un acuerdo que cambiaría el formato de la competición trasladando cada temporada uno de sus partidos a Estados Unidos y Canadá. El acuerdo se cerró entre la patronal con Relevant, una multinacional que pretende impulsar el desarrollo del fútbol en tierras americanas, y durará 15 años

El pacto establecía que uno de los equipos participantes en el encuentro debía ser el Real Madrid o el FC Barcelona, aunque, por el momento, no es viable que el Clásico sea el partido elegido. Según las informaciones desveladas por la Cadena Ser, el equipo de Ernesto Valverde ha sido el elegido para disputar dicho partido y ya tendría rival.

El rival designado para el encuentro sería el Girona, aunque todavía no se ha recibido la respuesta por parte de la entidad gerundense. El encuentro que se trasladaría a Estados Unidos sería el de la segunda vuelta, disputado en el estadio de Montilivi durante el próximo mes de enero. No obstante, hay un problema importante.

El obstáculo que encontramos para que dicho partido se dispute en territorio norteamericano son las fechas ya que dicho encuentro debería disputarse el día 27 de enero, en un fin de semana que queda encuadrado entre los dos partidos de cuartos de final de la Copa del Rey. En este sentido y teniendo en cuenta que ambos equipos es muy probable que tengan que disputarlos, sería inviable en el calendario.

LaLiga, en Estados Unidos

Javier Tebas, presidente de LaLiga, explicó por qué se llegó a dicho acuerdo y ha analizado las medidas tomadas: "Estamos volcados en fomentar la pasión por el fútbol en todo el mundo. Este revolucionario acuerdo sin duda dará un impulso fundamental a la popularidad de este hermoso deporte en Estados Unidos y Canadá".

La promoción del fútbol a tierras americanas, según comentó Tebas, fue una de las grandes motivaciones que ha permitido el acuerdo: "Relevent ha llenado estadios en todo Estados Unidos con la International Champions Cup; estamos encantados de colaborar con ellos en esta misión conjunta por promover el fútbol en Norteamérica". Sin embargo, la AFE y los futbolistas se oponen.