Uno de los principales hándicaps del FC Barcelona durante el primer tiempo ante la Real Sociedad llegó de su centro de máquinas. Allí, en el corazón de las jugadas blaugranas, estaban por primera vez en la temporada Arda Turan y Rafinha Alcántara, con este último volviendo a ser titular siete meses después. Sin embargo, su actuación no fue la esperada por Luis Enrique que desde el banquillo veía como se estrellaban una y otra vez en la creación y en la búsqueda de contactar con Messi, Neymar y Munir.

Ambos, escudados por un Sergio Busquets que tampoco tuvo su mejor día, no pudieron dotar al equipo de esa marcha de más necesaria en un encuentro como éste y ante un rival que tras el gol de Oyarzábal se encerró atrás y congestionó la zona central del campo. Los culés se estrellaron una y otra vez en esta parte del campo donde, junto a los jugadores realistas, también aparecían muchos futbolistas blaugranas.

Desde el barcelonismo se esperaba con ansias la vuelta de Rafinha al once inicial pero esta quizás llegó demasiado temprano o con un compañero de orquesta ante el que no está acostumbrado a tocar. Y es que tal y como se pudo ver en los segundos 45 minutos, cuando el capitán Andrés Iniesta entró por el canterano, las cosas mejoraron ostensiblemente.

El manchego fue quien le imprimió de más calma y cabeza al ataque. Con el de Fuentealbilla sobre el verde de Anoeta se enlazaron las mejores jugadas del partido y se rozó el gol en varias ocasiones. Sin duda, Iniesta fue el mejor del partido y sólo le faltó ayudar a crear el tanto del empate que nunca llegó. Por su parte, Arda Turan volvió a naufragar tras una amonestación en el primer tiempo que le costará perderse el importante partido ante el Valencia en el Camp Nou.