Pese a que el FC Barcelona tenía perfectamente controlado el partido hasta ese momento, el Rayo Vallecano dio un par de arreones al ataque y, con ello, consiguió empatar el encuentro frente a los culés. José Pozo había fallado una ocasión muy clara minutos antes, pero en el minuto 35 se sacó un derechazo desde fuera del área, pegado a la base del palo, que Ter Stegen no pudo desviar.

El jugador español se mostró como la gran amenaza para el FC Barcelona en el primer tiempo, con un primer remate que se marchó por muy poco a saque de puerta, con todo a favor, y con la jugada del gol, que demostró su gran capacidad de disparo.

Fueron unos momentos extraños para el Barça, dado que los de Ernesto Valverde habían dominado el encuentro hasta ese momento, pero gracias a unas jugadas aisladas el conjunto franjirrojo se animó hasta el punto de causar serios apuros al equipo culé.

Pese al gol del Rayo Vallecano, el FC Barcelona no se desmoronó y siguió trabajando. Luis Suárez pudo marcar su segundo tanto con un disparo desde fuera del área que se marchó al palo, y el resultado se mantuvo en empate hasta la media parte.

El Barcelona siguió jugando igual pese al gol del Rayo

Ernesto Valverde supo entonces que tendría que cambiar algunas cosas al descanso para seguir haciendo daño al Rayo, pero tampoco demasiadas. El FC Barcelona había generado un gran caudal de juego ofensivo, y podía volver a hacerlo perfectamente en la segunda mitad.

Por eso el 'Txingurri' mandó calentar a Ousmane Dembélé, aunque no le puso en el campo de entrada en la segunda mitad. El mero hecho de tener un recurso ofensivo dispuesto y preparado en el banquillo, para cuando fuera necesario, era una idea atractiva para el entrenador del FC Barcelona. El segundo tiempo empezó con los mismos 22 jugadores sobre el césped, y con un Barça que, tras el gol de Pozo, siguió practicando su juego.