Un pase horizontal y sin tensión de Sergio Busquets en el centro del campo, que fue recuperado por el Real Betis antes de que llegara a Rafinha Alcántara, fue aprovechado por Nabil Fekir para acabar abriendo el marcador este domingo en el Camp Nou. El conjunto de Rubi generó un contragolpe perfecto en el que se pudo ver la gran calidad de Fekir en la definición. Carta de presentación en LaLiga Santander del talentoso delantero francés.

Fekir ya dispuso de muchas ocasiones contra el Real Valladolid en la primera jornada liguera, pero no pudo perforar la portería contraria y se reservó para hacerlo en un escenario tan imponente como el Camp Nou. El atacante francés metió el miedo en el cuerpo al Barcelona con el primer gol del partido, aprovechando los espacios que había dejado atrás un Barça concentrado en atacar una y otra vez.

Fue una diana injusta, dado que los de Ernesto Valverde habían empezado el partido atacando sin complejos y mostrando todo su potencial ofensivo, muchísimo a pesar de la ausencia de sus tres delanteros habitualmente titulares: Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé.

El FC Barcelona puso contra las cuerdas a los de Rubi, encerrándolos durante gran parte del primer tiempo en su propio campo. Pero si por algo se caracteriza el Real Betis es por la velocidad de sus delanteros, capaces de montar un contragolpe en pocos segundos a pesar de que su estilo de juego sea de lo más parecido al Barça que hay en LaLiga: toque y posesión.

El caso es que el Betis se plantó en el área de Ter Stegen con muy pocos pases, después de un error evitable de Busquets. Este domingo hay que perdonárselo, teniendo en cuenta que fue sin lugar a dudas uno de los mejores jugadores del FC Barcelona frente al Real Betis. Sus recuperaciones de balón tras pérdida permitieron que el Barça marcara varias de las dianas que acabó endosando al rival.

Buena actuación colectiva del FC Barcelona

Buena actuación en líneas generales del Barça, que le servirá para adquirir confianza de cara a los partidos que están por venir. El siguiente será en El Sadar contra un Osasuna recién ascendido, pero que ya ha enseñado las garras al sumar cuatro puntos en las dos primeras jornadas. Como siempre, el Barça no podrá fiarse de su adversario. Aunque juegue quien juegue y visto lo visto, el optimismo es máximo.