En la previa de la visita del FC Barcelona se hacía referencia a cómo Ferran Torres no había estado cómodo en los dos partidos en los que había jugado como delantero centro: ante el Mallorca, en Son Moix, y frente al Oporto, en Do Dragao, a pesar del gol. Sus participaciones se veían muy limitadas y terminaba frustrado intentando participar en más de lo que podía. En Granada, la historia ha sido bastante similar.
El de Foios apunta a ser el '9' titular del Barça mientras Robert Lewandowski no esté disponible. No se le espera hasta finales de octubre (o principios de noviembre, siendo más realistas) y al ex del Manchester City le toca asumir responsabilidades en el equipo. Es el segundo máximo artillero, con cuatro goles, y hay grandes expectativas, pero la realidad es que ha dejado claro que como extremo se siente mucho más cómodo y puede participar mucho más.
Ferran, intrascendente en Granada
En Los Cármenes, en un partido muy exigente y en el que los culés tuvieron que remar a contramarea por los dos goles de Bryan Zaragoza en media hora, Torres estuvo especialmente desacertado. Fueron contadas sus participaciones y estuvo negado al gol. No pudo conectar con Joao Félix y Lamine Yamal, sus compañeros en el tridente y que sí estuvieron mucho más involucrados en el ataque.
Habrá que ver cómo le involucra más Xavi en el juego para evitar que se repitan escenarios como este, en el que ha estado muy aislado y sin apenas participación en el juego. Es un futbolista que suele destacar y que en este arranque de temporada ha exprimido todas las oporrtunidades que ha tenido, pero con la 'salvedad' de que, cuando mejor ha jugado, ha estado pegado a la banda.
Ferran Torres, 'culpable' en el gol anulado
Para más colmo, fue el protagonista en el fuera de juego que señaló Soto Grado en el gol de Joao Félix. Aunque no toca el balón, interfiere en la jugada porque intenta disputar o remar el balón y condiciona a los jugadores del Granada. El de Foios partía en posición adelantada y acabó con la oportunidad que tuvo el Barça de remontar el partido en los minutos finales del encuentro.