Frenkie de Jong es uno de esos jugadores que hacen tantas cosas que merece la pena sentarse a ver. En esta temporada, lejos de los rumores sobre una posible salida y con un rol mucho más importante, se ha convertido en uno de los grandes líderes de este FC Barcelona, por no decir el que más. Está siendo el 'MVP' una noche sí y la otra tambien y uno de los culpables de que los blaugrana se marchen al parón de selecciones con las tareas hechas. 

En El Sadar el reto era doble, porque es un campo complicadísimo y el Osasuna es un rival que pocas veces se esconde. Como viene acostumbrando en estas primeras jornadas de LaLiga, tomó las riendas de su Barça muy pronto y se multiplicó para aparecer en todas las facetas del juego. Estuvo muy exigido y tuvo que ayudar más de la cuenta a Oriol Romeu, pero dejó una actuación sensacional que le ha hecho claro merecedor del 'MVP' de la noche. Con diferencias. 

Frenkie de Jong impone su ley

En Pamplona participó de manera estelar en la jugada con la que el Barça termonó firmando la victoria. A falta de cinco minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario, el centrocampista neerlandés mandó un pase medido directo al pie de Robert Lewandowski. En su interín de frenar el peligro, Catena derribó al delantero polaco dentro del área y, tras mucha disputa, se terminó señalando el penalti a favor que convirtió el propio ariete polaco. Fue la sentencia de un partido muy disputado. 

El Sadar pasó a ser zona de guerra esta noche y fue el escenario en el que más cómodo se sintió Frenkie. La presión no le afectó, todo lo contrario. Destacó en funciones defensivas con la recuperación un balones, contuvo a los atacantes rojillos y también apareció, como acostumbra, para la creación de juego. Buscó y generó espacios, filtró pases y rompió líneas. Hizo de todo en el campo y firmó una de las actuaciones más completas que se le recuerden en el Barça. 

De Jong, el todero del Barça

Algo que está quedando muy claro en este arranque de LaLiga es el protagonismo que está teniendo De Jong. Muchas veces pasa desapercibido o queda tras la sombra de sus compañeros, pero es un jugador que aparece desde el inicio hasta la finalización de la jugada y que, entretanto, hace el trabajo sucio. Es un líder y su ley se está imponiendo en el Barça.