Si hay un hombre que reluce por encima del resto tras la victoria de la Real Sociedad sobre el FC Barcelona ese es el cancerbero donostiarra Gerónimo Rulli. El portero del equipo vasco estuvo esplendoroso en los noventa minutos que disputó frente a los azulgranas, a los que frustró una y otra vez siempre que estos llegaban a su portería. No hubo manera de marcarle ningún gol en las seis claras ocasiones que tuvo el equipo.

Y es que la actuación de Rulli fue todo un recital desde que Oyarzábal anotase el que a la postre sería único gol del partido. Su gran actuación comenzó en el minuto 22 cuando repelió un disparo a bocajarro de Arda Turan dentro del área. El turco entró solo por el medio y chutó tras asistencia de Neymar, pero el arquero rival sacó una mano portentosa.

Entre el cabreo visitante y el atasco sufrido por el medio, los blaugranas no volvieron a probar al portero hasta el segundo tiempo. Fue cuando el capitán Andrés Iniesta se sacó un magnífico zapatazo desde fuera del área al que contestó con unos reflejos felinos y otra mano salvadora. El balón se colaba por la escuadra pero la agilidad de portero lo evitó.

A la siguiente ocasión importante, Rulli respondió a una falta peligrosa de Neymar Júnior que volvió a tocar para enviar a córner. Ya en el 63, el portero cortó una peligrosa jugada tras salir lejos de su arco y despejar un balón que le llegaba a Leo Messi. Fue ante el rosarino, precisamente, donde volvería a demostrar su gran calidad al sacarle otro chut dentro del área. No contento con ello, volvería a ser la pesadilla del mejor jugador del mundo al pararle un cabezazo desde el punto de penalti. La última ocasión, a la desesperada, llegó de las botas de Iniesta que repelió nuevamente el excelente portero "txuri-urdin".