Si bien los jugadores del FC Barcelona no sabían muy bien qué ambiente se encontrarían en el Camp Nou tras las últimas decepciones del equipo, la hinchada demostró estar a otro nivel y volvió a dejar claro que están para las buenas y las malas. Animando y ovacionando al equipo desde el minuto uno, hubo dos jugadores que se llevaron más cariño que el resto: Andrés Iniesta y Leo Messi.

Los dos capitanes del equipo azulgrana fueron ovacionados cuando sus nombres sonaron por megafonía y en los primeros balones que tocaron. El compromiso de ambos jugadores está por encima de todo y el público es sabedor de que los dos canteranos necesitaban más que nunca el soporte de su hinchada, que nunca les deja de animar.

Fueron descorazonadoras las imágenes del de Fuentealbilla tras la eliminatoria ante el Atlético de Madrid, llorando en el mismo autobús del equipo y que captaron las cámaras de la prensa que seguía al equipo. También el estado de ánimo de Leo, muy tocado desde el partido ante el Madrid, estuvo presente en las intenciones de la afición desde el minuto uno de partido ante el Valencia.

El nombre de Luis Enrique a través de la megafonía también se llevó unos considerables aplausos y gritos de ánimo. La hinchada, en las buenas y malas, está siempre con su equipo y su entrenador. Nadie mejor que ellos saben que lo que sus futbolistas necesitan en mucho mimo y cariño, sólo así llegarán los buenos resultados de un equipo que hace un mes jugaba como los ángeles.