Después de muchos años de dudas, LaLiga se decidió a incorporar el VAR en la edicion 2018-19, y su llegada no ha podido ser más acertada. Aunque todavía hay algunos errores propios de la inexperiencia, en apenas dos jornadas la tecnología ha sido de gran utilidad para los colegiados, un hecho que ha celebrado con especial ilusión el FC Barcelona.

El vestuario azulgrana estaba más que satisfecho tras la victoria en Valladolid, con una aparición estelar del videoarbitraje en el último minuto de partido. Keko Gontán situó un irremediable empate en el marcador a pesar de que el juez de línea había levantado la bandera por fuera de juego, pero un ligero vistazo lo confirmó: Su decisión fue la correcta.

La sensación inicial fue que se habían amarrado tres puntos trabajados, pero además se agradeció la posibilidad de evitar varios días de polémicas e infundadas sospechas arbitrales. Eso sí, en el fondo también había un punto de frustración, porque de haber tenido esta opción antes quizá se habrían acercado títulos que acabaron en vitrinas ajenas.

Hay tres recuerdos muy recientes, con un gol anulado a Leo Messi en 2014 por un 'offside' inexistente que valió una Liga para el Atlético, un tanto contra el Real Betis que a pesar de entrar notablemente en la portería no fue concedido en un campeonato que se llevó el Real Madrid, y otra acción similar contra el Valencia en la última competición de la regularidad, que esta vez sí, fue para los culés.

El Barça, centrado en su propio rendimiento

A pesar de la alegría por un cambio que ha sido para bien, el Barça mantiene la concentración en su propio rendimiento para aspirar a todos los trofeos posibles. En las últimas semanas se ha discutido sobre si hay alguna prioridad, pero lo cierto es que el sentir es común: Vuelven a querer un triplete para estar completamente satisfechos.

Por eso es tan importante concentrarse en un torneo a largo plazo como es LaLiga, porque a lo largo del curso no se puede estar siempre al máximo y cualquier tropiezo penaliza. De momento hay poco margen de error y menos lo habrá en las eliminatorias, ya que Copa y Champions también tienen su dificultad.