Aunque los resultados están acompañando y el FC Barcelona sigue mejorando en sensaciones con el paso de los partidos, la baja participación de los recién llegados fue una de las primeras dudas de la temporada. Los azulgrana realizaron una importante inversión este verano, pero los fichajes aún esperaban con paciencia sus oportunidades y había cierto runrún en la grada.

Con el discurso tranquilizador que le caracteriza, Ernesto Valverde pidió calma, reveló que había que esperar el momento justo y siguió con el plan previsto, que ha traído novedades con la llegada de las rotaciones. Como suele hacer el preparador extremeño, el Camp Nou ha sido el escenario para sus primeras pruebas, y cuando ha considerado necesario, ha dado el paso adelante que todos reclamaban.

Hace apenas unos días, Clément Lenglet, Arthur y Arturo Vidal realizaron su debut en Champions. Los tres salieron desde el banquillo para dar resfresco a algunas piezas clave que participaron contra el PSV Eindhoven, un duelo en el que, por exigencias del guion, tuvieron menos presencia de la esperada, ya que la expulsión de Samuel Umtiti obligó a una ligera variación.

Ahora, con el retorno de LaLiga, el francés, el brasileño y el chileno han sido titulares contra el Girona. La doble rotación del Txingurri (de inicio y desde el banquillo), sigue siendo efectiva en la Ciudad Condal, y este domingo ha retirado algunos minutos importantes de las piernas de algunos de los más cargados, como el propio Umtiti, Ivan Rakitic y Philippe Coutinho.

El once de gala del Barça será reservado para los partidos grandes

Esta estrategia no tiene otro objetivo que refrescar a los indiscutibles y continuar la adaptación de los nuevos, algo que supondrá una mejora de cara a los próximos compromisos. El calendario es mucho más apretado y habrá que tirar de más rotaciones, lo que hace muy necesario que todos estén enchufados mentalmente y en buena forma física.

Además, estos movimientos invitan a pensar que el once de gala se reserva para los desafíos más complicados, en los que serán necesarios los hombres de confianza del míster para resolver los retos que ahora llegan sobre todo en Champions y en LaLiga. Hay una plantilla potente y compensada para gestionar, y Valverde lo tiene muy claro.