Lamine Yamal se está gustando en el arranque de su carrera en el primer equipo del FC Barcelona, donde pretende quedarse por mucho tiempo. Se ha consolidado como el 'segundo atacante' de Xavi Hernández ante la ausencia de Raphinha en estos útimos dos partidos, por sanción. Su desparpajo ya había sido más que evidente ante el Cádiz, pero ante el Villarreal ha vivido su primera 'consagración' como uno de los talentos a tomar en cuenta en esta temporada. Ha dejado un auténtico recital ofensivo. 

Volvió a ser la apuesta de Xavi para reforzar su línea de ataque, con Robert Lewandowski, como máxima referencia en el ataque junto a un Gavi que aparecía como falso extremo. No se escondió y desde los minutos iniciales dejó varias carreras y apariciones que dejaban claro que quería dejar su 'marca' en La Cerámica. Lo terminó consiguiendo con una ovación tremenda desde las gradas, porque a sus 16 años comienza a pisar fuerte en el Barça.

Lamine Yamal, asistidor más joven de LaLiga 

El de Esplugas de Llobregat asumió muy pronto el liderazgo ofensivo del equipo. Algo muy raro considerando que tenía a Robert Lewandowski al lado y que era el más joven no solo del Barça, sino de todo el partido. La edad, como ha dejado claro, no le pesa ni importa. Se convirtió en un quebradero de cabeza para Pedraza por la banda (aunque él le sufrió cuando le tocaba defender en campo propio) y se 'fabricó' dos de los goles de los blaugrana. 

Tras el rechace de un córner, Lamine se hizo con el balón y desde el borde del área mandó un centro con rosca al segundo palo, donde apareció Gavi libre de marcas para empujar el balón a lo más profundo de la portería defendida por Jörgensen. Le sirvió para convertirse, con 16 años y 44 días, en el asistente más joven de la historia de LaLiga. Un nuevo récord para su mochila. 

Peligro, palos... Lamine fue el punto diferenciador

No es un secreto para nadie que el Barça no estuvo especialmente cómodo en La Cerámica y que, en muchos momentos, terminaron desconectándose. Lamine Yamal fue el único punto diferenciador para los azulgrana incluso cuando estaban en el momento menos 'bueno' del choque. Tuvo el gol en sus botas con un remate potente que se estrelló en el palo, por centímetros, y en la siguiente se repitió a la historia, con la fortuna de que pegó en la madera y el rechace lo cazó Robert Lewandowski para poner el 3-4 definitivo.