Puede ser que la afición culé no se fuese con el mejor sabor de boca del mundo después de ver como a su equipo le remontaban un cero a dos en El Madrigal. Sin embargo, la confianza en los hombres de Luis Enrique es ilimitada y no hay porqué estar preocupados durante estos días. El mejor equipo del mundo también puede permitirse empatar un partido de Liga, algo que, según los precedentes de la competición le sigue dejando como claro ganador al final de curso.

Y es que en toda la historia de la Liga BBVA no ha habido ningún club que tras la jornada 30 haya podido remontar una diferencia de nueve puntos, ni incluso en las dos campañas en las que la competición española contó con veintidós clubes. Por tanto, la actual distancia con respecto al Atlético de Madrid debería bastar para que los blaugranas sumen su vigésimo cuarto campeonato liguero.

Para ser más concretos, el FC Barcelona debería perder cuatro partidos y el Atlético de Madrid ganar los ocho que restan(cabe recordar que el Barça le tiene ganado el golaveraje al Atleti), algo que es tremendamente complicado debido a que los rojiblancos también tienen la eliminatoria de cuartos de final de Champions League frente al equipo blaugrana. Algo que les desgastará y podrá ser un lastre para sus opciones en Liga, como se pudo comprobar este sábado tras perder en Gijón tras el sobreesfuerzo hecho para eliminar al PSV.

El otro rival, el Real Madrid, está todavía a diez puntos y se da la misma premisa que con los colchoneros. Deberían ganar todo lo que queda y esperar que los azulgranas pierdan cuatro partidos. Los culés, que vencieron en el Bernabéu cero a cuatro, deberían tener el peor de sus partidos para que los blancos les venciesen en su propio feudo y recuperasen esa diferencia. Por lo tanto, no hay que preocuparse pues la Liga va camino de volver a casa por segunda temporada consecutiva.