Pese a que todos esperaban un partidazo a la altura de las circunstancias, el Atlético de Madrid-FC Barcelona fue un duelo con poca acción y muchos detalles, en el que la emoción se redujo a un final en el que los dos únicos tiros a puerta del encuentro valieron un empate que ambos aspirantes acabaron dando por bueno. En medio hubo algunos chispazos de intensidad, aunque no tuvieron que ver sólo con el fútbol.

En la segunda mitad, una entrada de Filipe Luis provocó una airada reacción de Samuel Umtiti, que finalmente acabó encarándose con Diego Costa tras la intervención de este sujetándole y tratando de provocarle para hacer sangre con el asunto. El de Yaundé no se lo tomó nada bien, y la guerra pasó a ser con el delantero hispano-brasileño.

En este momento apareció Antonie Griezmann para separar a su compañero y a su compatriota, reclamando calma al rojiblanco y también a un azulgrana que estaba muy nervioso, lo que provocó que, al existir entre ambos una gran relación de amistad, el de Macon se acercara al central y tratara de relajar el ambiente.

Eso no gustó a Costa, que poco más tarde reprochó al punta su actitud. "Tu compañero soy yo, no Umtiti", le dijo, en una imagen que captaron las cámaras de 'Movistar '. El francés no quiso enredarse demasiado, y se puso el dedo en la sien pidiéndole que tuviera cabeza en medio de un enfrentamiento decisivo para LaLiga.

El rifirrafe acabó tras el gol del Atlético, que fundió a los dos en un abrazo en el que también hubo algunas palabras en voz baja. Dada su actitud, el conflicto pareció quedar resuelto, poco antes del que el de Lagarto se tendiera en el suelo tras una acción en la que quedó lesionado y que le impidió completar los 90 minutos.

El Barça se enredó en la telaraña del Atlético

Después de muchos minutos estrellándose contra la muralla propuesta por el Cholo Simeone, el Barça rozó la derrota cuando se dejó llevar por el ritmo que impuso el Atlético, que cortó el mejor momento de los catalanes a base de interrupciones y roces entre jugadores. Fue necesaria la sacudida de un gol en contra y una reacción desesperada para encontrar una grieta que acabó valiendo su peso en oro, porque Leo Messi logró filtrar un pase que aprovechó a la perfección Ousmane Dembélé