Suárez volvió a ser líder contra el Inter y el Barça tiene paciencia con Coutinho

Después de llevarse una mala noticia contra el Sevilla, el FC Barcelona afrontaba en Champions su primer partido completo sin Leo Messi, y no cabe duda de que todo el equipo estuvo a la altura. Los catalanes lograron un triunfo sin fisuras frente al Inter de Milán que les acerca a octavos de final, y algunos de los referentes de la plantilla ejercieron de líderes sobre el terreno de juego.

Ante la ausencia del argentino, quien volvió a dar un paso adelante fue Luis Suárez, que de nuevo estuvo atinado en lo individual y muy pendiente de que el funcionamiento fuera fluido en lo colectivo. El uruguayo se multiplica porque no descuida sus tareas de '9', pero además es capaz de retroceder unos metros y ofrecerse siempre para que sus compañeros tengan salidas.

Una buena muestra es que algunas de sus mejores jugadas llegaron bastante lejos del área, que es su habitual zona de influencia. Rafinha Alcántara le encontró acostado en la banda derecha en una de ellas y el de Salto le recompensó con un centro perfecto para que sólo tuviera que empujar y estrenar el marcador. Además, se permitió algunos lujos tocando y regateando en varias parcelas del campo.

Más allá de aportar esfuerzo, clase y carácter, lo único que le faltó al punta fue el gol, que de nuevo se le escapó por poco. Remates lamiendo los postes, intervenciones decisivas de Samir Handanovic e incluso una de Marcelo Brozovic, sorprendentemente tumbado en el suelo para desviar un tiro libre del charrúa que superaba a la barrera por debajo.

Coutinho debe dar un paso adelante en el Barça

Pese a que no se puede decir, ni mucho menos, que cuajara un mal partido, sí se echó en falta una respuesta más efusiva de Philippe Coutinho, aunque hay paciencia con el carioca. En ausencia de Leo Messi, por precio de su fichaje, calidad o experiencia tanto en clubes como selección, el brasileño es uno de los referentes, y debe tirar del carro como tal.

Esta exigencia no debe confundirse con una presión desmesurada para sustituir al rosarino, ya que nadie se puede poner a su nivel y sería una reclamación un tanto precipitada. Eso sí, el ex del Liverpool tiene mucho por aportar al Barça, y se espera que siga creciendo en todas las facetas, incluido el liderazgo.