Los motivos de la suplencia de Semedo y Dembélé contra el Manchester United

El FC Barcelona apostó por un once de gala para enfrentarse al Manchester United en el Camp Nou, con el objetivo de certificar su clasificación para las semifinales de la Champions. En la Ciudad Condal tocaba hacer bueno el 0-1 logrado hace unos días en Old Trafford, y Ernesto Valverde optó por jugársela con un par de ajustes en el once inicial para el enfrentamiento.

Una de las ausencias más notables entre los titulares fue la de Nélson Semedo, que se quedó en el banquillo y dejó su sitio a Sergi Roberto. El portugués se está revelando como un especialista en el carril diestro porque su velocidad le otorga ventaja a la hora de atacar, y además le convierte en un arma ideal para rivales que juegan a la contra, ya que puede frenar el peligro de sus atacantes.

En esta ocasión, sin embargo, el Txingurri optó por reservar al luso, que estaba apercibido de cara a una hipotética próxima ronda. En caso de ver otra amarilla en el duelo contra los 'red devils', se hubiera quedado fuera de las 'semis', lo que abrió la puerta a la entrada de un compañero con el que se ha combinado a lo largo del curso y que está aportando igualmente un rendimiento muy interesante.

En la misma situación que el lisboeta estaba Sergio Busquets, pero en su caso se impuso el hecho de ser un especialista. El de Badia es demasiado importante como para prescindir de él en un encuentro de esta magnitud, por lo que se tomó un riesgo a sabiendas de que ambos podrían quedar 'limpios' de tarjetas para el resto del torneo en caso de superar la barrera de los cuartos de final.

Valverde reservó a Dembélé para el sprint final en el Camp Nou

Una decisión similar fue la adoptada por Valverde en la tercera pata del tridente, en la que situó a Philippe Coutinho en detrimento de Ousmane Dembélé. No fue una gran sorpresa porque el extremeño ya había advertido en los días previos, deslizando que a pesar de estar recuperado de su lesión muscular, el de Vernon todavía necesita ritmo de competición para aguantar los 90 minutos sobre el terreno de juego.

El técnico había recalcado que en un duelo de estas características le importaba tanto el cómo se arrancaba como el cómo se terminaba el partido, lo que le dejó a tiro una apuesta bastante sencilla. El carioca lleva más rodaje en sus piernas y podía aguantar ante un adversario que saltaría al césped con intención de intimidar, y en un tramo final con más desgaste y espacios, la oportunidad ideal asomaría para el francés.