Tras un verano sin demasiadas complicaciones, el Real Madrid ha empezado la temporada en un gran estado de forma, cerrando dos títulos y empezando LaLiga con paso firme. Aunque el rendimiento del equipo no deja lugar a dudas, los blancos han empezado a preocuparse por las bajas para su partido contra el Valencia, para el que ya acumulan varios sancionados.

Y es que tras el empujón de Cristiano en la Supercopa y la doble amarilla a Sergio Ramos, los hombres de Zinedine Zidane han perdido a dos pilares de su once. Si bien es cierto que el preparados francés cuenta con una plantilla muy amplia y capaz de rendir sea cual sea su dibujo, el discurso en la capital es que los arbitrajes están siendo demasiado duros con los suyos.

Así, el Real Madrid presentó un recurso, que acabó por no prosperar, para intentar rebajar la ausencia del portugués, y ha tomado la misma decisión con respecto al central sevillano. A pesar de que el camero se jugó la expulsión con una agresión a Fabian Schär, los merengues consideran que su segunda tarjeta es excesiva, y la amonestación de González González por un codazo a un jugador del Deportivo será reclamada.

Evitar sustos

La intención del Real Madrid no es otra que evitar que se debilite su plantilla de cara a un duelo muy importante en LaLiga, en la que ha tenido varios tropiezos con el Valencia en los últimos años. De sus diez últimos enfrentamientos en el campeonato de la regularidad, los blancos sólo han ganado cuatro, con otros tantos empates y dos victorias 'ches'.