El fiasco del fichaje de Martin Odegaard por el Real Madrid ya tiene un motivo claro: las relaciones públicas de Florentino Pérez. Así lo ha desvelado el que fuera entrenador del equipo merengue cuando el internacional noruego firmó su llegada al equipo de Concha Espina, en diciembre de 2014. Ancelotti no se mordió la lengua al "atizarle" al máximo mandatario merengue y al afirmar que esa incorporación sólo obedece al puro marketing.

"Cuando Florentino compra a un futbolista noruego simplemente hay que aceptarlo. Además, el presidente decidió que jugaría tres partidos con el primer equipo como un golpe de relaciones públicas", explicó el técnico del Bayern de Munich en el libro "Liderazgo tranquilo".

Unas palabras que apuntan directamente al presidente y le acusan de fichar jugadores por el ámbito publicitario y, como se ha visto en su explicación, influir en las alineaciones del primer equipo. Pero además, "Carletto" reivindicó que en ningún momento pidió ni aconsejó el fichaje del joven jugador noruego que está a punto de cumplir los dieciocho años de edad

"Puede que sea el mejor del mundo, pero a mí no me importa porque nunca lo pedí yo. Fue un fichaje producto de las relaciones públicas", reconoció el italiano. Cabe recordar que la presentación del jugador fue realizada a bombo y platillo, como si de un galáctico florentiniano se tratase. Y ahora, temporada y media después, queda claro que ha sido un auténtico y genuino fracaso para el equipo blanco.