El central del Barça, Gerard Piqué, llevó a cabo una pésima actuación que acabó mermando las posibilidades del equipo a la hora de competir al mismo nivel contra un Real Madrid sublime. Si bien es cierto que no todo fue culpa suya, tuvo fallos de bulto

El defensa del Barça, Gerard Piqué, propició él sólo el primer gol del Real Madrid en la victoria de los blancos contra el conjunto culé en el Santiago Bernabéu. Tras una incursión en el área de un atacante madridista y un centro raso, el central catalán se resbaló y extrañamente tocó el balón con las manos, como si hubiera realizado una "parada" dentro del área para evitar el centro blanco. El árbitro, como no podía ser de otra forma, señaló penalti y Cristiano Ronaldo anotó la pena máxima a favor del Real Madrid. A partir de entonces, el partido se puso claramente de cara para los de Carlo Ancelotti, que asediaron la portería visitante como hacía años que no se veía.