Hace tiempo que no es novedad, pero eso no lo hace menos flagrante. Casemiro volvió a escaparse este domingo de las amonestaciones arbitrales, a pesar de que sigue repartiendo a sus anchas. El brasileño fue protagonista por un gol contra Las Palmas, aunque debió serlo por mucho más: Esquivó un penalti a Vitolo y una sanción contra el Atlético.

El Real Madrid puede darse por contento de que Sánchez Martínez no tuviera su noche en el Santiago Bernabéu, porque a pesar de que en el reparto de penas máximas quizá hubiera salido favorecido, también hubiera podido añadir algunas dudas a su resultado y una baja peligrosa para el Wanda Metropolitano.

Porque Casemiro se jugó una amarilla que hubiera acarreado un partido de sanción en el derbi en varias acciones contra Vitolo, llegando incluso a agarrar al canario dentro del área en un penalti que no se señaló. El marcador señalaba por entonces su propio 1-0, y pocos minutos más tarde llegó la sentencia de Asensio.

"Igual hay que jugar con un poco más de cuidado, pero no puedo pensar en eso, porque al final te saca la tarjeta. He jugado como siempre juego y el míster ha hecho muy bien en cambiarme. Estoy disponible para jugar", analizaba el futbolista tras el encuentro. Surrealista.

Mala noche

No fue esa la única jugada polémica del partido, aunque las otras dos habrían ido en favor de los intereses locales. Con el electrónico a cero protestó Isco una mano de Ximo Navarro, que bien pudo acabar en los once metros aunque parece a todas luces involuntaria. Mucho más clara fue la patada de Lemos a Nacho, con el uruguayo llegando muy tarde a por la bola y golpeando al jugador blanco. Para entonces, el Madrid ya se había asegurado la goleada.