Sergio Ramos fue uno de los principales responsables del ridículo empate a dos del Real Madrid​ contra el Brujas. El central sevillano falló estrepitosamente al tirar la línea en el 1-0 y no acompañó la carrera del delantero que acabó marcando. Ese fue solo uno de los muchos errores que tuvo el de Camas ante los belgas en una actuación que dejó mucho que desear.

A pesar del triste empate y de su mal encuentro, Ramos no habló con los medios de comunicación tras el partido. Casemiro fue el encargado de dar explicaciones, como suele ser habitual en el Madrid cuando las cosas van mal. Mientras, el capitán preparaba un tuit que escribiría más tarde para hablar sobre el resultado y sobre la imagen de su equipo.

El '4' fue claro y contundente en su mensaje y sobre todo criticó la primera mitad de su Madrid. "Una primera parte muy mala, una segunda parte con el coraje y la entrega que se espera de nosotros. Tenemos que hacer más, tenemos que hacerlo mejor. Así de claro. #HalaMadrid", comentó en su cuenta de Twitter el ex sevillista.

Lo cierto es que la primera parte madridista fue un despropósito tanto en ataque como en defensa. Defensivamente, los merengues volvieron a dar una sensación de fragilidad tremenda y el Brujas prácticamente marcó dos goles en dos llegadas. Courtois fue pitado por no hacer más en las dos dianas y Lucas Vázquez también sufrió la ira del Santiago Bernabéu por sus continuas pérdidas en campo rival.

Courtois y Lucas sufrieron la ira del Bernabéu

Tanto el belga como el de Curtis empiezan a ser los dos blancos claros que ha elegido el público esta temporada para desahogarse. El ex del Atlético de Madrid sigue dando una sensación de inseguridad absoluta y prácticamente todo lo que le tiran es gol. El gallego no da una con balón y no aporta absolutamente nada cuando juega. La afición pide a Vinicius, Rodrygo o Brahim, pero Zidane sigue obsesionado con darle oportunidades al canterano.

El madridismo, en cambio, no pitó a un Sergio Ramos que no lo hizo mejor que Lucas Vázquez. El sevillano fue, con el permiso de Carvajal, el peor de la defensa merengue. Perdió balones muy comprometidos, nunca llegó a tirar bien la línea del fuera de juego y tuvo errores individuales que pudieron costar goles. Uno, de hecho, costó el 0-1. Sus habituales faltas de concentración volvieron a pasarle factura a un Madrid que en Europa sigue sin levantar cabeza y solo suma un punto de seis posibles.