Si lo mejor de la visita del Eibar al Santiago Bernabéu fue la goleada de un Real Madrid necesitado de confianza, lo peor fue para un Cristiano Ronaldo que continúa sin encontrarse en LaLiga. El portugués fue uno de los que no la recuperó, y pasea su desesperación por un campeonato nacional en el que ha perdido su habitual tino.

Aunque es cierto que se perdió las primeras cuatro jornadas por una sanción, también lo es que ya son cinco partidos completos los que suma el delantero blanco, con un balance demasiado pobre para lo que en la capital están acostumbrados. Sólo un gol y una asistencia han caído contra rivales que no son, ni mucho menos, de los más exigentes de la competición.

El retorno de Cristiano a los terrenos de juego fue más que amargo, con un partido en blanco y una derrota sobre la bocina frente al Betis, pero desde entonces, y aun con cuatro victorias consecutivas, el de Madeira no está satisfecho. Además de los sevillanos, Alavés, Espanyol y Eibar se han escapado intactos, aunque contra los catalanes participó en el primer tanto de Isco.

Consuelo europeo

Que Cristiano Ronaldo no anda fino es algo que se puede ver sobre el césped, pero también mirándole a la cara. En Champions el portugués suma cinco goles en tres partidos, pero tras dos dobletes contra Apoel y Dortmund, sólo se quitó la penas contra el Tottenham con un penalti dudoso sobre Toni Kroos.

En los últimos encuentros, a diferencia de los primeros que disputó, las ocasiones sí están llegando, de la misma manera que aumenta su crispación. Cada jugada que no acaba besando la red es un dolor de estómago para el portugués, que esta temporada, sigue con el motor gripado.