Después de unas intensas vacaciones en las que ha sido más protagonista por sus actuaciones fuera de los terrenos de juego que por su rendimiento sobre el césped, Cristiano Ronaldo ha vuelto a Madrid, aunque no para incorporarse a la pretemporada de su equipo. Zinedine Zidane aún deberá esperar unos días a su delantero estrella, que primero debe solucionar sus problemas con la justicia.

Este mismo lunes, el portugués ha sido citado a declarar en calidad de investigado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón, por un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros, generado por sus derechos de imagen entre los años 2011 y 2014.

Su comparecencia será a puerta cerrada, y en ella la magistrada del caso, Mónica Gómez Ferrer, deberá decidir si admite a trámite la denuncia de la Fiscalía por los delitos cometidos por el delantero, lo que le supondría un juicio por fraude fiscal.

Calma tensa

Aunque Cristiano Ronaldo intenta mantener una apariencia de calma, el entorno del portugués vive en una tensión constante desde que se conoció la noticia, y más contando que el crack asegura que es inocente de todos los cargos. En un primer momento ya se intentó desviar la atención afirmando que el de Madeira querría dejar el Real Madrid, pero tras confirmarse su continuidad el foco ha vuelto de nuevo a sus problemas judiciales.

La numerosa presencia de la prensa preocupa al luso, que verá manchada su imagen como ya la vieron Neymar o el propio Leo Messi. A pesar de todo, el extremo quiere librarse de tanto jaleo para concentrarse en la faceta deportiva, con dos retos muy exigentes frente al Manchester United y el FC Barcelona, que serán los rivales en las Supercopas después de una pretemporada poco prometedora.