Las temporadas deben juzgarse por lo que ocurre al final, pero el principio vuelve a amenazar a un Real Madrid que el año pasado ya se dejó algunos títulos por el camino. En la capital continúan sin asimilar todos los cambios que ocurrieron en el vestuario el pasado verano, aunque desde el banquillo, más que respuestas, llegan infructuosas palabras de ánimo y análisis que no acaban de solucionar los males del equipo.

Julen Lopetegui ha resumido la derrota contra el CSKA de Moscú diciendo que ni tras golear a la Roma eran tan buenos ni ahora tan malos, recordando que ha habido muchas ocasiones y confiando en que la puntería volverá y el sufrimiento, poco a poco, se irá alejando del conjunto 'merengue'. El problema es que no parece capaz de dejar atrás los errores que ya resultaron claves hace apenas unos meses.

El discurso del guipuzcoano se parece mucho al de Zinedine Zidane, más que nada, porque no incluye ni una gota de autocrítica. Más allá de una sequía goleadora que ya apunta al mercado de fichajes -para superar el amargo divorcio de Cristiano Ronaldo-, a los madridistas les está costando elaborar, no tienen un guion claro de juego y la defensa ha vivido días mejores.

La diferencia es que el marsellés logró reinar en el caos, y el de Asteasu hoy por hoy está muy lejos de repetir sus brillantes registros. Al galo le bastó con algún fogonazo en Europa para ir compensando sus carencias en LaLiga, en la que en su último año cayó hasta el tercer puesto y a 17 puntos de distancia de un FC Barcelona líder.

En Champions siempre aparecía la célebre 'flor' de Zidane, con algún gol, error rival o penalti a tiempo para compensar muchos minutos de rumbos perdidos y sufrimiento continuado contra muchos de sus adversarios. El Real Madrid no ha cambiado, pero la entidad y el crédito de su entrenador sí. A 'Zizou' le valía con insistir en que no pasaba nada, habrá que ver si a Lopetegui también.

El precedente de Benítez ya ronda a Julen Lopetegui

El margen que Florentino Pérez concedió a Zidane acabó significando una época dorada de títulos, pero no parece que Julen Lopetegui vaya a tener la misma suerte. El francés llegó como un preparador sin experiencia pero con el bagaje que le otorgaba su brillante etapa como futbolista, algo de lo que el ex guardameta no puede presumir.

Su caso es más parecido al de Rafa Benítez, que aplicó su método y su filosofía y acabó en la calle antes de tiempo. Las apuestas sobre si el vasco se comerá o no los turrones ya se han abierto, y si no da un golpe sobre la mesa y es capaz de revetir la situación, sus días en el Santiago Bernabéu podrían estar contados.