El Real Madrid tenía el partido ganado ante el Real Betis prácticamente casi sin salir de vestuarios. Y es que sólo tardaron dos minutos para colocar el primero en el luminoso. Fue tras una falta lateral que remató de forma perfecta el central Raphael Varane al fondo de las mallas. Un gol que mató a los locales que no presentaron guerra en ningún momento. Y es que acabaron goleados por cuatro a cero en los primeros 45 mitos.

Algo sonrojante que dio con una sonora pitada de su afición al término del primer tiempo. Totalmente entendible visto que los de Zidane les pasaban por encima y bombardeaban el área rival sin oposición. Así llegó el segundo tanto tras un fallo de Joaquín Sánchez, que ya no es el que era, que dejó el balón para que el Madrid pudiese lanzar una transición perfecta que acababa materializando Karim Benzema.

Tras esto comenzaría la exhibición de un Isco Alarcón que quizás disputó uno de sus mejores partidos como jugador merengue. El malagueño anotó el cuarto gol de los blancos y daba el tercero de Marcelo, en clara posición de fuera de juego. Por lo que hace al gol de Isco, el centrocampista aprovechó un contragolpe perfecto para empujar a placer el balón a gol. 

El segundo tiempo las cosas fueron un calco de lo visto hasta el momento. Sin embargo, Cejudo marcaba el gol del honor tras un gran pase de Joaquín y un gran error de Kovacic. Pero no pasaba nada pues Isco respondía a esto con una rosca envenenada que se colaba en la portería de Adán. Y, finalmente, era Cristiano Ronaldo el que tenía que dar la nota para con el sexto tanto blanco celebrarlo como si hubiese ganado la Champions League y en un campo rival. Batió al portero en un mano a mano con él y conseguía ver puerta después de mucho tiempo sin mojar con el Madrid. Tres puntos para los blancos, en conclusión, que les deja segundos empatados a puntos con el Atlético de Madrid.