El Real Madrid que lo ganaba todo a finales de 2014 ha dado paso a un equipo más vulnerable en 2015. La visita del Espanyol al Bernabéu, tras dos derrotas seguidas fuera, se ve como una ocasión propicia para enderezar el rumbo, aunque puede ser un arma de doble filo

En el Real Madrid se ha pasado de la euforia de las 22 victorias consecutivas y el Mundial de Clubes que se obtuvieron a finales de 2014 a una cierta intranquilidad después de comenzar 2015 con dos derrotas seguidas, tres si se cuenta el amistoso ante el Milan. En Madrid se ve la visita del Espanyol, este sábado a las 4, como la ocasión propicia de enderezar el rumbo. Cualquier cosa que no sea un triunfo claro, sin embargo, puede girarse en su contra al equipo blanco.

Carlo Ancelotti admite que se está trabajando "para resolver algunos problemas" en cuanto al juego. El entrenador italiano, sin embargo, no cree que el déficit del equipo sea físico. Ni siquiera en cuanto a Cristiano Ronaldo, de quien se había dicho que arrastraba problemas en la rodilla. Ancelotti ha confirmado que el portugués jugará contra el Espanyol. En cambio, quien tendrá descanso será Sergio Ramos, que desde el Mundial de Clubes no está en las mejores condiciones físicas.