Zinedine Zidane se está topando, desde que decidió regresar al Real Madrid, con la misma losa que esta temporada ya se llevó a Julen Lopetegui y Santiago Solari. Aunque el conjunto merengue ha recuperado la fiabilidad -en cuanto a resultados- en el Santiago Bernabéu, tras haber ganado de forma consecutiva a Celta (2-0), Huesca (3-2), Eibar (2-1) y Athletic (3-0), cuando se aleja de su estadio cosecha unos resultados demasiado pobres para hacer honor a la historia del club en el fútbol español.

Tras la derrota de este domingo contra el Rayo Vallecano (1-0), el Real Madrid se ha colocado 18 puntos por debajo del FC Barcelona y 9 por debajo del Atlético de Madrid, a falta de tres jornadas por disputarse. Desde el equipo merengue todos aseguran que no están pensando aún en la siguiente temporada, pero el bagaje de los últimos partidos dice todo lo contrario.

Desde el regreso de Zidane al banquillo, todavía no se ha ganado fuera de casa. Se perdió ante el Valencia (2-1), se empató contra el Leganés (1-1), se repartieron los puntos en el Coliseum (0-0) y ahora se ha perdido en Vallecas (1-0). Dos empates y dos derrotas para hundir todavía más a un Real Madrid del que poco se puede rescatar este curso, a excepción de gratas sorpresas como Vinícius, Reguilón o Brahim.

Este domingo, contra el Rayo Vallecano, el Real Madrid jugó un partido nefasto y apenas protagonizó llegadas peligrosas al área local. Le faltó pegada, fluidez en el juego, un 'nueve' rematador y la confianza de sus jugadores, que siguen de capa caída y no parecen cerca de remontar el vuelo.

Estrellas como Gareth Bale se pasean por el campo sin pena ni gloria, y el único que saca las castañas del fuego en ataque es Benzema. El francés no pudo estar presente este domingo contra el Rayo Vallecano por acumulación de tarjetas, y el Real Madrid lo notó horrores.

El Real Madrid, condenado al tercer puesto

El Real Madrid ya no se juega nada tangible en los tres partidos que restan, más allá de mejorar las pésimas sensaciones de los últimos partidos. Zidane deberá decidir con quién se queda y con quién no, y tiene tres partidos por delante para seguir probando a los suyos. Eso sí, como el equipo vuelva a 'pinchar' en los tres partidos que quedan, sobre todo en el Santiago Bernabéu, no se salvará de la pitada ante un madridismo que sabe que no recuperará la segunda plaza en Liga. Zidane intenta poner orden en el campo y en el vestuario... Pero no lo tiene fácil.