El Real Madrid de Rafael Benítez ha vuelto a ganar un partido después de perder ante el Villarreal de forma lamentable la pasada jornada. Y lo ha hecho en un encuentro que no ha estado exento de polémica ya que los vallecanos se pusieron ganando uno a dos en el Bernabéu, lo que levantó los pitos de la afición. Después de tres ayudas arbitrales (dos expulsiones y un penalti, todo inexistente), los merengues le dieron la vuelta al marador y acabaron abusando de un rival en inferioridad.

El partido comenzó con un gol del lateral brasileño Danilo al que rápidamente contestaron los de Paco Jémez para, literalmente, bailar al equipo blanco. Durante veinte minutos los rayados fueron infinitamente mejores que sus rivales y se pusieron con uno a dos a su favor. Aquí empezó el show de Iglesias Villanueva inventándose una roja directa al lateral Tito, que dejó a los vallecanos con diez a los veinte minutos de juego. Tras esto empató Bale y nuevamente el colegiado volvía a inventarse otra acción, esta vez un penalti inexistente de Baena que significaba el tres a dos y la expulsión del andaluz, dejando antes del término del primer tiempo a los visitantes con nueve.

Tras todo esto Gareth Bale volvía a ver puerta y hacía el 4-2 con el que se marcharían a vestuarios. A la vuelta, entre más pitos de la hinchada merengue, fue primero Benzema y luego Cristiano Ronaldo los que pondrían el 6-2 en el minuto 54. Tras esto esl luso no celebró el gol e hizo gestos airados en contra de la decisión de los aficionados de apoyar a su equipo, algo así como "así no".

Tras la enésima rabieta de CR7, apareció Bale nuevamente para en nueve minutos cerrar su póker de goles. Karim Benzema hizo los siguiente tantos hasta cerrar el marcador en el 10-2 final y su "hat-trick" personal. La afición se fue calmando en los últimos minutos pero se puede comprobar de sobras que está de uñas ante la directiva, equipo y entrenador. Además seguramente que no habrá favorecido el que el árbitro del partido les haya regalado el resultado de forma tan flagrante.