El Real Madrid ha acelerado en las últimas semanas en el mercado de fichajes, y la revolución de su plantilla va viento en popa. Al Santiago Bernabéu llegarán pronto Rodrygo Goes, Éder Militao, Luka Jovic y Eden Hazard, aunque también toca aplicarse con la operación salida y próximamente habrá que concretar un buen número de bajas en el vestuario. La limpia ha empezado en la capital.

Una de las misiones más importantes que Florentino Pérez ha dejado pendientes es la de las ventas, que tienen como objetivo recuperar una buena parte de los ingresos invertidos en incorporaciones y además liberar al vestuario de futbolistas que no sirven, bien porque han dejado de brillar, porque no convencen al entrenador o porque se han quedado sin sitio.

Esta última situación es la que vive Brahim Díaz, que gusta mucho a Zinedine Zidane pero tiene complicado seguir progresando como 'merengue'. Los 11 partidos y 393 minutos que acumuló tras llegar en enero del Manchester City dejaron sensaciones ilusionantes, pero el panorama se ha ido enredando a medida que se han ido anunciando más llegadas.

Sin contar a un Gareth Bale sentenciado desde hace tiempo, con el malagueño competirán cracks como Hazard y Rodrygo, pero también Marco Asensio, Lucas Vázquez o Vinicius Jr, que están en la nómina de jugadores de banda disponibles para el marsellés. En este escenario ha entrado en juego un viejo conocido de los madridistas, que podría ser la solución para una promesa de apenas 19 años.

Según la 'Cadena COPE', el RCD Espanyol ha pedido la cesión del atacante, y el Real Madrid la ve con muy buenos ojos. Sin ir más lejos, algunos de sus nuevos compañeros y competidores, como el balear o el gallego, pasaron varias temporadas a préstamo en el RCDE Stadium, donde se foguearon en Primera División antes de dar un salto que ya no fue tan pronunciado. El verano 2019 podría repetir la jugada una vez más.

La operación salida del Real Madrid es un auténtico desafío

Más allá de negocios bastante sencillos de completar como este, la operación salida del Real Madrid es un auténtico desafío, porque Florentino pretende recaudar mucho por estrellas que se han devaluado peligrosamente. Gareth Bale es el mayor reto para el presidente, y aunque hay casos más agradecidos como el de James Rodríguez, los adversarios saben que hay necesidades en el Bernabéu y no van a dar nada por perdido. Tocará trabajar muy duro en los despachos.