Hace semanas, después de aquella clara derrota del Real Madrid en la Supercopa de España ante el FC Barcelona, Carlo Ancelotti se empezó a encontrar con varias similitudes entre este curso y aquel del 2014 y 2015 que terminó haciendo que perdiera su lugar en el banquillo. Aquella temporada solo terminó levantando el Mundial de Clubes y a pesar de haber conseguido la décima Copa de Europa para los blancos, tuvo que marcharse por decisión de Florentino Pérez.

Aunque el equipo blanco ha demostrado que tiene toda la intención e ilusión de llevarse el título en Marruecos, más ahora con el Flamengo fuera de la final, la realidad es que es un trofeo que no hace peso en el resumen final de la temporada. Ancelotti dijo en rueda de prensa que el vestuario está convencido de hacer una gran temporada, que están creciendo y que irá hacia arriba en los próximos partidos, pero con solo decirlo no basta. 

Este miércoles se jugarán su pase a la final del sábado ante el Al-Ahly, uno de los equipos más importante de toda África, y seguramente un rival que pondrá las cosas complicadas. Sin embargo, un triunfo en este choque y en la hipotética final ante el Al-Hilal de Arabia Saudí, tampoco lavaría la cara si al final del curso no se ganó LaLiga, la Copa ni la Champions. 

En los dos primeros torneos el rival a vencer es el FC Barcelona. Los culés tienen 8 puntos de ventaja en Liga, y esperan a los merengues en una eliminatoria a doble partido por el pase a la final de la Copa del Rey. En Champions, a pesar de todo, el camino parece un poco más abierto después de la pésima temporada del Liverpool, aunque llegar a cuartos de final seguiría siendo un fracaso. 

¿Se repetirá la historia?

El mismo Mundial de Clubes, Ancelotti y el Madrid lo conquistaron en 2014 en Marrakech como sede. En aquel entonces, el equipo blanco llegaba metido de lleno en una racha de victorias que terminó siendo de 22 con la lograda ante San Lorenzo y con Sergio Ramos como gran figura de ambos partidos, en el que la 'BBC' estaba iniciando su mejor versión, algo que está lejos de parecerse al tridente actual de ataque de los blancos.