La fortuna siguió sonriéndole al Real Madrid en el partido contra el Celta de Vigo, correspondiente a la primera jornada de LaLiga Santander. Si el primer tanto del equipo de Zinedine Zidane ya había creado polémica por una falta clara de Casemiro que no se pitó, antes del descanso llegó otra jugada en la que los blancos se salvaron por el VAR.

Corría el tiempo añadido del primer periodo cuando Odriozola, lateral del Real Madrid, perdió un balón inexplicable en su propia área. Iago Aspas, estrella del Celta, recibió la pelota y recibió por detrás un penalti muy claro del propio lateral vasco, que intentaba solucionar su gravísimo error defensivo.

Sin embargo, el atacante gallego, mientras caía al suelo por la clara infracción de Odriozola, pudo dar el pase de la muerte a Brais Méndez para que este rematara al fondo de las mallas y consiguiese empatar el encuentro. El VAR hizo acto de presencia para anular la jugada por fuera de juego por mediación de Estrada Fernández.

Desde la sala arbitral se determinó Iago Aspas estaba ligeramente adelantado al recibir el balón invalidando el gol y también el derribo de Odriozola a Aspas previo al pase de la muerte. Lo que era una clara jugada de gol para el Celta, se había convertido en una acción intrascendente.

Un Real Madrid beneficiado

Sin lugar a dudas, la fortuna sonreía al Real Madrid a nivel arbitral. El VAR, de forma acertada, había detectado el fuera de juego de Brais. Además, hay que recordar que el tanto de Karim Benzema llegó en otra acción que enfureció a Balaídos.

El público del coliseo celeste y los usuarios de las redes sociales ardieron por las decisiones arbitrales, claramente beneficiosas para un Real Madrid que, sin jugar a nada distinto a lo de la temporada pasada, conseguía ponerse por delante en el marcador. El Celta, siempre a conrracorriente en el encuentro.