Sergio Ramos no es el mejor encajando derrotas, pero en la final de la Champions League 2016-17 demostró que tampoco es un gran ganador. El central del Real Madrid fue protagonista sobre el césped, aunque esta vez no fue por decidir la final con uno de sus goles sobre la bocina.

Cuando el enfrentamiento ya estaba prácticamente resuelto y reflejaba un 3-1 favorable al equipo blanco en el minuto 83, una pugna por un balón entre Cuadrado y Ramos acabó con un saque de banda favorable a la Juventus. En sus prisas por ir a por el balón y visiblemente molesto por la dureza de la entrada del central, el colombiano aparto con la mano al defensa, que se lanzó al suelo simulando una agresión.

A pesar de que en la jugada apenas hubo un leve contacto en los pies de ambos jugadores, Felix Brych y su asistente entraron en el juego de Sergio Ramos, y el colegiado alemán mostró la segunda cartulina amarilla a Cuadrado que significó su expulsión.

Sin problemas en la final

Pese al grave error de apreciación en esta jugada, Felix Brych disfrutó de una final plácida, en la que no se vieron demasiadas acciones controvertidas en el verde del Millennium Stadium. Lo abultado del marcador, además, ayudó en la tarea de un árbitro que no tuvo que tomar decisiones mayores.