El madridismo recibió una de cal y otra de arena con Gareth Bale este martes. Y es que el 'Expreso de Gales' cuajó su mejor actuación de la temporada al marcar un golazo para abrir el marcador en Dortmund y, en la segunda mitad, asistir a Cristiano Ronaldo en la jugada del segundo tanto.

Sin embargo, cuando apenas faltaban unos minutos para el término del encuentro en el Signal Iduna Park, el jugador británico se estiró sobre el césped y se señaló la zona del muslo, aludiendo a un 'pinchazo' muscular que le impidió seguir jugando y propició su cambio por Lucas Vázquez. Se marchó caminando por su propio pie y no parece que se trate de una lesión grave, pero seguramente le hará perderse el próximo compromiso merengue.

El Real Madrid se enfrentará este próximo domingo al RCD Espanyol en el Santiago Bernabéu, y seguramente Zidane no podrá contar con Gareth Bale ni tampoco con Benzema -lesionado durante las próximas semanas-, por lo que Cristiano Ronaldo será la única gran referencia ofensiva.

Gareth Bale, un jugador de cristal

En cuanto a Gareth Bale, de confirmarse la lesión será ya la número 17 desde que viste la camiseta del Real Madrid, que de momento le han obligado a permanecer 57 partidos de baja en las cuatro temporadas que lleva acumuladas en el conjunto merengue.

Pasan los años y se sigue demostrando que Bale, pese a ser un grandísimo jugador, es de cristal. En la pierna izquierda es donde más lesiones ha sufrido, aunque en el Real Madrid tienen la confianza de que esta nueva lesión sólo le obligue a perderse el encuentro contra el Espanyol para que luego, con la llegada del parón internacional de selecciones, tenga tiempo de recuperarse de cara a los próximos duelos. Veremos qué dicen los médicos.