La continuidad de Julen Lopetegui en el banquillo del Real Madrid podría depender de siete partidos, los que disputará el conjunto merengue antes de que llegue el próximo parón de selecciones, a partir del 12 de noviembre, y que será el último del presente año 2018.

Siete encuentros, un carrusel de citas en menos de un mes, al que Lopetegui hará frente desde este sábado en el peor momento desde que aterrizó en el Real Madrid, tras los decepcionantes resultados que ha cosechado el equipo blanco en LaLiga Santander y Champions League durante las últimas semanas, antes de que llegara el parón FIFA de este mes de octubre.

Este fin de semana, el Real Madrid recibirá en el Santiago Bernabéu al Levante, antes de afrontar un doble duelo contra el Viktoria Plzen en la Champions League, el rival más débil que tiene en el grupo. En mitad de esos dos partidos contra los checos, donde Lopetegui se la jugará realmente será en el Clásico del próximo 28 de octubre en el Camp Nou, contra el FC Barcelona de Ernesto Valverde.

Tras esos primeros cuatro encuentros llegará la ida de los dieciseisavos de Copa del Rey, ante un equipo de Tercera o Segunda División B, en el que se prevé que Lopetegui aproveche para dar minutos a los suplentes habituales y a algún que otro jugador del Real Madrid-Castilla.

Primeros cinco encuentros superados, en apenas 15 días, y llegará la hora de medirse a dos clubes más en LaLiga Santander, el Valladolid y el Celta, equipos a los que en teoría el Real Madrid no deberá tener problemas para superar. No parece un calendario complicado, a priori, y a excepción del Clásico contra el FC Barcelona.

Julen Lopetegui, entre la espada y la pared

No obstante, cualquier 'pinchazo' en alguno de estos partidos podría precipitar el adiós de Lopetegui del Real Madrid, teniendo en cuenta lo caldeado que está el ambiente en un madridismo que, por ahora, no tiene hacia Lopetegui el cariño y respeto que sentía hacia Zinedine Zidane, como es lógico. Lopetegui deberá ganárselo a pulso si desea seguir en el cargo... Y lo cierto es que no lo tendrá nada fácil.