Cristiano Ronaldo vive sus peores momentos desde que llegó en 2009 al Real Madrid. No hay duda de esto después de ver su nivel en los últimos diez meses con el equipo blanco, pero sobre todo en esta 2016-2017. El atacante esta desacertado de cara a puerta, no se regatea a nadie y, encima, no cesa en sus lamentos a unos y otros menos así mismo.

Esto fue lo que pasó en el primer tiempo ante el Celta de Vigo en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, donde su cara era un verdadero poema. Todo después de tener las dos mejores ocasiones consecutivas para poner por delante a los suyos y marrarlas de forma incomprensible.

Cristiano no pudo ni empujar el balón

Primero remató de cabeza un centro desde la derecha totalmente solo. Sin embargo, no atinó a dirigir bien su remate y este, tras tocar en Sergio Álvarez, se fue al palo. El balón le quedó en los pies al delantero, totalmente solo y con toda la portería para él.

Pero todo eso no le bastó a CR7 que se enredó y no atinó a meter el esférico entre los tres palos. Sólo tenía que empujarla, pero ni eso pudo hacer. El atacante de Madeira ya no es ni la sombra del jugador que algún día fue y parece difícil que pueda volver a serlo...