El Real Madrid va de mal en peor y este sábado se fue de Villarreal con una sensación de impotencia que ni siquiera el punto obtenido logró borrar. Los blancos se adelantaron gracias a un gran cabezazo de Mariano Díaz en el 2 de partido, pero más allá de eso, no hicieron prácticamente nada más en la parcela ofensiva. Los de Zinedine Zidane se limitaron a tocar, tenerla y aguantar los arreones de los 'groguets'.

En el primer tiempo, los madridistas aguantaron bien y se mostraron muy sólidos. Pero en cuanto se agotó el físico, los merengues bajaron mucho su nivel y los cambios no ayudaron a darle la vuelta a esa mala sensación. Los locales se crecieron en los segundos 45 minutos y tuvieron varias ocasiones, ya no solo para empatar, que lo lograron de penalti, sino para ganar. Gerard Moreno, el autor del 1-1, o Take Kubo, tuvieron las mejores de los amarillos para llevarse el triunfo.

Pero lo más duro para el Madrid no fue el tropiezo, sino esa mencionada sensación de no poder. Porque los de Concha Espina literalmente no pudieron contestar al Villarreal en la segunda parte y apenas asustaron a Sergio Asenjo y su defensa. Concretamente, el portero no tuvo que hacer ninguna parada y los blancos apenas inquietaron su portería con alguna llegada aislada.

Sin Karim Benzema, con un Eden Hazard tocado y que se fue al banquillo a la hora de partido, y con un inoperante Lucas Vázquez en banda, los madridistas no consiguieron encontrar la profundidad necesaria como para hacer verdadero daño a los castellonenses. Finalmente, a pesar de ir ganando buena parte del choque y de la exigencia que presupone ser el Madrid, el punto obtenido fue más un logro que un tropiezo.

Tres pinchazos en las últimas cinco jornadas

El pinchazo, por cierto, fue el tercero en las últimas cinco jornadas de Liga. El primero llegó contra el Cádiz el pasado 17 de octubre. Los blancos perdieron en el Alfredo Di Stéfano ante los cadistas por 0-1 y comenzó una crisis que aún sigue coleando. Tres jornadas después llegó la amarga derrota en Mestalla contra el Valencia, donde los valencianistas vencieron por 4-1 en una goleada marcada por los tres penaltis que le pitaron en contra a los de 'Zizou'.

Este empate en la Cerámica cierra esta mala racha, maquillada entre medias por la goleada al Huesca (4-1) y la victoria en el Clásico sobre el FC Barcelona por 1-3. Tras ese triunfo frente a los culés parecía que el Madrid podía enderezar su maltrecha situación, pero da la impresión de que los madridistas van a necesitar mucho trabajo para salir de este agujero en el que están ahora mismo instalados.