Después de un arranque de temporada complicado, Zinedine Zidane empezaba a respirar tras sumar dos victorias consecutivas en LaLiga y con las perspectivas de recuperar lesionados en el parón de selecciones, aunque precisamente ha tardado poco en lamentar una nueva baja. Las molestias que dejaron fuera a Gareth Bale contra el Espanyol han derivado en una lesión en el sóleo de su pierna izquierda.

En el vestuario del Real Madrid no había sentado nada bien que, después de su ausencia liguera, el jugador viajara para jugar con su selección, pero finalmente Gales afrontará sin su máxima estrella el desafío de clasificarse para el Mundial. El de Cardiff no ha podido ejercitarse con normalidad y ha sido sometido a varias pruebas, en las que se ha determinado que estará fuera de combate durante un mes.

Aunque esta campaña sólo se había perdido dos partidos por decisión técnica, sus recurrentes problemas en el sóleo aumentan a 13 las lesiones que ha sufrido desde su fichaje y sitúan en más de 250 días el periodo de baja que ha cumplido desde que aterrizó procedente del Tottenham en 2013. Un calvario.

Situación comprometida

Se las prometía muy felices tras apuntarse las dos Supercopas y aspirar a todo en el curso que empieza, pero el Real Madrid está encontrando más oposición de la esperada en un año que debía ser el de su confirmación. El equipo que dirige Zinedine Zidane se ha descolgado a 7 puntos del liderato en LaLiga, y se ha perdido entre lesiones, sanciones, cruzadas arbitrales y problemas extradeportivos. El preparador francés sigue pidiendo calma, y aunque quedan muchos meses por delante, tiene un verdadero desafío en el vestuario.