James Rodríguez sigue siendo uno de los futbolistas del Real Madrid cuyo futuro es incierto. El mediapunta colombiano se encuentra actualmente en la Copa América y, en unas declaraciones posteriores a la tercera victoria de su selección, no dudó en lanzar un dardo al club 'merengue', que deberá solucionar su salida.

"Ahora estoy pensando en todo lo que es Copa, todavía no sé a dónde voy, quiero estar tranquilo. La decisión depende del club (Real Madrid), yo pienso que hay personas dentro que mandan mucho y yo no puedo hacer nada. Nunca he hablado con Zidane", aseguró el colombiano, resignado por no poder tener una nueva oportunidad en el Santiago Bernabéu.

Tres temporadas atrás, James se convirtió en suplente habitual para Zinedine Zidane, motivo por el que el Real Madrid decidió cederle al Bayern de Múnich, equipo en el que ha pasado las dos últimas campañas. El club bávaro tenía una opción de compra sobre el colombiano, pero decidió no hacerla efectiva al no contar con él.

Pero parece que en Chamartín también tienen claro que James no entra en la planificación deportiva. En especial tras conocerse la vuelta de Zidane al banquillo. El colombiano nunca fue del agrado del entrenador galo, que ya le apartó en su anterior etapa como técnico blanco y que ahora no quiere ni siquiera darle una oportunidad en pretemporada.

James, ¿moneda de cambio?

Por ello, James deberá buscarse equipo, aunque para ello deberá encontrar un club que no solamente cuente con él a nivel deportivo, sino también que esté dispuesto a pagar un traspaso que no se prevé barato. El colombiano tiene cartel y el Real Madrid, pese a no contar con él, no le va a regalar.

Es justo por esta razón que se contempla que James pueda entrar en la operación del fichaje de otro futbolista. Si el colombiano jugase un papel como moneda de cambio por un futbolista como Paul Pogba o Christian Eriksen, podría ser una buena solución para el Real Madrid. Lo que parece seguro es que no volverá a vestir de blanco.