Si pensaban que el Real Madrid había reaccionado tras la goleada encajada en el Parque de Los Príncipes ante el PSG (3-0), y que saldría a por todas contra el Brujas desde el primer minuto este martes en la segunda jornada de la Champions League, se equivocaban. Pese a llegar con el subidón de liderar LaLiga Santander 2019-20, los de Zidane hicieron el ridículo en una primera parte para olvidar contra el Brujas.

El vigente campeón belga, gracias a las dianas de Dennis Bonaventure, sacó a relucir las vergüenzas del conjunto merengue en defensa. El delantero africano anotó dos goles al contragolpe, el primero de ellos prácticamente sin querer y el segundo mientras se estaba cayendo al suelo, desequilibrado. Fueran como fueran, subieron al marcador y el Real Madrid se marchó al descanso visiblemente tocado.

Un amplio sector de los aficionados presentes en el Bernabéu, como es lógico, empezó a silbar a los jugadores blancos al creer -con razón- que no mostraron la suficiente intensidad ante el Brujas. Si bien es cierto que el Real Madrid protagonizó varios acercamientos peligrosos contra la portería de Mignolet en la primera mitad, y que el meta se lució con alguna parada vistosa, la realidad es que atrás los merengues mostraron una fragilidad pasmosa.

Muy poco necesitó el Brujas para sorprender a los de Zidane. Los errores defensivos y en las combinaciones -Modric quedó retratado en el segundo gol- de los merengues dieron facilidades a los belgas para acercarse hasta la portería de Courtois y duplicar la ventaja. Al descanso, Zidane decidió mover el banquillo y realizó dos cambios, uno de ellos por obligación.

Y es que Courtois se encontraba indispuesto y con dolores estomacales, lo que provocó la salida de Aréola. Paralelamente, Marcelo relevó a un horrible Nacho en el lateral izquierdo, intentando jalear a la afición merengue para que cambiase los pitos por los aplausos. Más tarde llegaría el cambio de Vinicius por Lucas Vázquez, otro que se fue al banquillo nadando en un mar de silbidos.

El Real Madrid salió confiado y lo pagó caro

Puede que el Real Madrid esté liderando actualmente la clasificación de LaLiga Santander 2019-20, pero sigue sin mostrarse seguro atrás y, cuando le toca jugar contra rivales a priori inferiores, cuesta ver a los jugadores motivados y con la intensidad necesaria. Este martes, contra el Brujas, lo pagaron con un ridículo histórico. Un exceso de confianza que, de momento, ya le está complicando el pase a los octavos de Champions League. Logró empatar en el segundo tiempo gracias a las dianas de Sergio Ramos y Casemiro, pero el 2-2 no es suficiente para los intereses de los de Zidane. Un punto sumado de seis posibles en Champions League deja al conjunto blanco sin margen de error.