En el tiempo de descuento del Sevilla-Real Madrid (2-1), los blancos dispusieron de una falta al borde del área que Gareth Bale envió directamente a la grada. Cristiano Ronaldo, que también estaba preparado para ejecutar el lanzamiento, explotó de rabia y se dirigió al banquillo

Este miércoles el Real Madrid perdió media Liga contra el Sevilla (2-1) en el Sánchez Pizjuán, pero alguno de sus jugadores también perdió las formas. Corría el minuto 92 de partido cuando el árbitro decidió pitar una inexistente falta al borde del área local, muy bien posicionada tanto para un diestro como para un zurdo, aunque más para el segundo. Gareth Bale y Cristiano Ronaldo, sin mirarse ni dirigirse ni una sola palabra, cogieron el balón y lo colocaron a su gusto, preparándose posteriormente para ejecutar el lanzamiento.

Los dos querían chutar la falta. CR7 dio unos pasos hacia atrás y, mirando hacia la portería defendida por Beto, posó en su clásica posición de "pistolero". Cuando pitó el colegiado, sin embargo, fue Gareth Bale quien no esperó ni un segundo y envió el balón a la segunda gradería, desaprovechando una clara opción de gol para el Real Madrid y propiciando el enfado, por supuesto, de un Cristiano Ronaldo desquiciado.

El jugador portugués miró hacia el banquillo "merengue", posiblemente a Carlo Ancelotti, y le dijo algo así como "la ha tirado él...", quejándose y haciendo uso de varias muecas y gestos para reflejar su descontento. Se lamentó también para sí, pero no le dirigió ni una sola palabra a Bale. El gesto de Cristiano ya está siendo duramente criticado por la afición del Real Madrid, que entiende su enfado pero no comparte su reacción. De hecho, muchos son los seguidores blancos que habrían optado por hablar personalmente con Bale en el vestuario, tras el partido, sin necesidad de montar el "numerito" delante de las cámaras.

En cualquier caso, y pese a que es el lanzador de faltas por excelencia del equipo, lo cierto es que la posición de la falta estaba ligeramente escorada hacia la derecha, mejor para un tirador zurdo que para un diestro. Es verdad que CR7 ya había marcado un gol de libre directo en la primera parte, aunque entró tras rebotar en un defensor. En definitiva, se trata del primer roce serio entre los dos futbolistas.